Dirección y gestión administrativa innovadora
Todo Sistema Educativo debe actualizarse y la escuela adquiere
importancia en este proceso, en lo referente a la mejora y optimización de los
procesos de enseñanza y aprendizaje la gestión e innovación que desde la
dirección escolar se aporte son factores que influyen en el desarrollo
educativo de centro y por tanto en la calidad de la educación.
Analizar conceptual-mente la
interrelación establecida en la práctica que se realiza desde la dirección del
centro educativo y plantear elementos básicos que deben tomar en consideración
para una mejora y en perspectiva hacia un emprendedurismo socio económico, desde
ahí, son temas a los que se dan cobertura en este estudio. En este sentido cabe
destacar que toda investigación que se realice en la escuela desde la dirección
propicia una optimización del aula (interrelación docente-estudiante), del
centro educativo y de la misma comunidad educativa en nuestros días gestionar
la investigación en vías de innovar genera un ambiente de emprendedurismo
socio económico que contribuye por sí mismo a un cambio en las estructuras
mentales superiores del estudiante repercutiendo positiva-mente en el
desarrolla y accionar de éste, así como en el avance del centro educativo y de
la comunidad, en particular y del país en términos genéricos algunos de estos
componentes lo podemos ilustrar en la siguiente imagen:
1. Gestión, innovación y
emprendedurismo como elementos de calidad planteados desde la dirección
El desarrollo y el avance de los países toma como sector importante la educación y estos se fundamentan en la gestión e innovación que tenga la escuela en términos de buenos resultados en los procesos de la enseñanza y el aprendizaje, sobre la base de la calidad educativa. Por tanto, intervenir en la práctica y aportes de política institucional de centro que se realiza desde la dirección es tema de fundamental importancia para valorar la calidad del centro.
La calidad educativa que tenga la
escuela es tema que interesa a las entidades educativas superiores del país,
dentro de un marco de proyecto de país, incluyendo las universidades públicas
del estado costarricense y esta adquiere importancia también a todas las
organizaciones que tienen adscritos programas de formación profesional y
capacitación en gestión administrativa escolar y por qué no decirlo en
instituciones con aportación de capital (bancos. Nacionales e internacionales,
Club de París, Fondo mundial Internacional –FMI-). No obstante, este binomio entre
calidad y escuela no está, en la mayoría de los casos, bien establecido y para
basta con valorar el rendimiento académico bajo que a principios de esta década
tienen las asignaturas de Matemática y Ciencias, tanto en el mundo rural como
urbano, según os datos que aporta el Departamento de estadística del Ministerio
de Educación Pública de Costa Rica.
Al mirar dentro del centro
educativo tenemos que la función directiva ejercida por el director, así como
del equipo organizativo de apoyo, en sus diferentes composiciones, son pilares
básicos en la eficacia de la escuela, puesto que la gestión y las decisiones,
así como la planificación en materia política de institución que plantee el
director tienen trascendencia en el personal docente, administrativo, como de
padres y madres de familia, y en el rendimiento académico de los alumnos/as.
Entendiéndose que este equipo que emerge del profesionalismo, la experiencia y
el conocimiento, no de dedo, ni de amiguetes o de club de amigos, es importante
en el desarrollo educativo del centro.
En esta línea de gestión
administrativa desde la dirección –ligada al liderazgo- propicia un clima de
salud académico y humano, generando una adecuada relación entre el personal
académico, administrativo y el alumnado del centro educativo. Respecto a la
comunidad educativa y la participación de estos componentes con la vida e
innovación escolar, así como un orden y transparencia en los elementos del
proceso administrativo (control, ejecución, evaluación), e insertando o/y
estimulando a que se desarrollen acciones innovadoras y de emprendedurismo son
elementos que provocan la eficacia y eficiencia escolar. Y el encargado de la
dirección de este engranaje, o sea el director es el llamado a realizar este
tipo de acción institucional sin intereses particulares.
Debe reconocerse que no todo
centro educativo tiene un personal académico idéntico en intereses,
necesidades, formación profesional y comportamiento o buenos modales. Así como
también el cuerpo estudiantil y el entorno inmediato, sea mundo rural o urbano,
lo que conlleva a plantear qué tipo de actuación, formación y características
de liderazgo debe tener un director, dada la complejidad que se presenta. Todos
estos componentes reunidos inciden que la acción del director no necesariamente
sea la más acertada al momento de realizar su gestión administrativa y pueda
plantear, institucionalmente, innovaciones que contribuyan a una mejora y
calidad educativa del centro. De aquí que los académicos, los administrativos y
el sector estudiantil del centro educativo, así como la participación de una
asociación de padres y madres de familia en la vida escolar deben interesarse
en la autoevaluación, a efectos de investigar, innovar, emprender para mejorar
el centro educativo.
Señalar y recomendar algunas
características que debe tener el director al ejercer su actuación es de tomar
en consideración. Sin embargo, no son suficientes al momento de interrelacionar
éste con el claustro del centro, ya que este último tiene características
propias y dinámicas diferentes y en la mayoría de los casos no responden a
recetas establecidas como podría ser perfiles del director preestablecidos.
Algunas escuelas responden adecuadamente a algunas conductas del director pero
otras no dan como buenas esas conductas. Además, se añade que la falta de
estabilidad laboral de académicos en algunas escuelas dificulta el desarrollo
de acciones emanadas desde la dirección que dificultan las innovaciones y la
mejora en la enseñanza, elementos que son indispensables para mantener una
buena calidad educativa.
Realizar un análisis teórico de
las conductas o perfiles que debe tener un director, así como también las
aportaciones que éste puede brindar a la escuela contribuyen a clarificar
panoramas educativos que de alguna manera conducen a mejorar el rendimiento
académico desde los procesos de enseñanza y aprendizaje; y permiten buscar
mecanismos y plantear ideas para poder innovar. La triangulación de estos
elementos: gestión, innovación y emprendedurismo es importante que la dirección
las tome en consideración en su agenda institucional y las transforme en praxis
cotidiana de aula. Esto provocaría una mejora en la enseñanza.
2. El liderazgo y su entorno evolutivo:
El liderazgo a atravesado un sin fin de momentos y la Escuela como comunidad social dinámica ha considerado de moda algunas características que debe tener el líder, equivocadamente o no.
Algunos consideran que el director
debe ser: diplomático, “político”, comunicativo, ambicioso, solidario… La
escuela, actualmente, está supeditada a las formas conductuales de cada
director, en algunos casos es positivo y en otros no, es casi como “pegar la
lotería”. Y algunas veces estas formas responden a intereses y políticas de
funcionarios que ejercen y dominan puestos en la estructura organizativa del
Sistema Educativo, en los cuales el ciclo se reproduce y el concepto de
liderazgo varía en su práctica, existiendo una variedad de conductas y acciones
sobre el manejo de la institución educativa. Estableciéndose valores humanos para
algunos o antivalores para otros. Cuando el director no tiene cualificación y
competencia profesional debida, este se ve urgido a escudarse en la normativa
vigente u otras artimañas para ocultar su inoperancia e inmadurez.
Estas formas de actuación y ejercicio
del director respecto a la función organizativa de la escuela riñen con los
planteamientos técnicos y el pluralismo ideológico que debe poseer el claustro
académico-estudiantil para crear mejoras en el sistema educativo.
Tanto la escuela como el líder,
éste último temporal y transitorio, deben buscar la objetividad para encontrar
fórmulas institucionales adecuadas para orientar y dirigir las instituciones
educativas, algunas de ellas por medio de la investigación, innovación y
emprendedurismo. Es por ello, importante conocer y plantear nuevos modelos de
organización administrativo-académico que pretendan dar respuestas a
situaciones complejas que constantemente presenta la escuela como organización
social y dinámica; con la finalidad, siempre de buscar las mejoras educativas
en los procesos de enseñanza y aprendizaje y por consecuencia en el rendimiento
académico.
Es conveniente establecer una
formación profesional específica a los directores que responda a criterios
técnicos y profesionales referidos a los elementos del proceso administrativo
(dirección, evaluación, control, ejecución…) pero a la vez este profesional
debe tener interés en estar informado sobre los últimos avances que presenta la
sociedad nacional e internacional. Este futuro director debe comprender las
distintas variaciones que presentan la sociedad en el campo de la información y
la comunicación, así como las nuevas tecnologías. La formación y la
autoformación son elementos complementarios en la profesionalización del
director de escuela.
Al respecto, B. M. Bass (1988)
resalta que dadas las características anteriores se está creando la figura de
un líder pedagógico, participativo e instructivo, el cual tiene la virtud de
asesorar, ayudar y colaborar con el resto de los docentes del centro educativo.
En su discurso escrito, también plantea el liderazgo transformacional, dándole
las siguientes cualidades: carisma, inspiración, motivación y confianza en el
personal docente y la estimulación de las funciones mentales para poder dar
solución a los problemas educacionales de centro. La solidez, la solución de
problemas, la consecución de objetivos institucionales-educativos evidencian el
liderazgo que tenga una escuela. Algunos profesionales consideran que si existe
un cuerpo organizativo, fundamentado en los docentes, puede obviarse la figura
del director, en especial si éste no desarrolla un liderazgo y una función
administrativa coherente con los intereses de este cuerpo. En algunos centros
educativos si los equipos profesionales de apoyo (administrativo-académicos)
tienen claridad de las funciones que le competen la figura del director pasa
desapercibida e inclusive puede ser irrelevante su presencia, ya que la escuela
funciona como un organismo vivo sin tener la presencia del director.
3. La función organizativa escolar y la aportación del director
3. La función organizativa escolar y la aportación del director
Se ejerce en los centros educativos una presión social fuerte referida a su funcionamiento con la finalidad de establecer cambios en su organización. Todo ello responde a que en la mayor parte de estas instituciones se pone en duda su eficacia, salvo algunas pocas. Puesto que al comparar costos con beneficios -calidad de la educación, rendimiento académico de los estudiantes-, son dispares en el sector público.
Para Anunciación Quintero y Ángel Barrueco (2005) en su libro Calidad educativa e innovación, esta situación no es fácil pues la implicación de numerosos factores hace compleja la solución. No obstante, consideran que dada la experiencia que han tenido en la dirección de centros educativos y en el estudio de innovaciones que se han insertado en ellos, es conveniente tomar las siguientes acciones:
1. Fortalecer
los sistemas de gestión y responsabilizar a la dirección de los centros, ante
la comunidad local (procedencia de los alumnos) y las autoridades educativas,
de los éxitos y fracasos que cada escuela obtenga.
2. Promover
la competencia entre escuelas privadas y públicas, y de éstas entre sí,
adaptando algunas de las técnicas organizativas de la libre empresa a las
peculiaridades del medio escolar.
3. Crear
sistemas de incentivos para los centros que mejor funcionen y gocen de mayor
prestigio.
4. Invertir
la actual tendencia de proporcionar más recursos y medios a los centros con
perores resultados. Aunque, indudablemente, se hayan de valorar y tener
presentes el entorno y las condiciones socio ambiental en la que cada centro
desarrolla su labor.
5. Estimular
y facilitar mayor participación de la comunidad escolar para que trabaje, se
implique y colabore en la consecución de metas claras, realice un seguimiento
sistemático de la organización y de los resultados y desarrolle planes
innovadores y de cambio para la mejora de la escuela.
Es de suponer que la no existencia
preestablecida de controles y de formas evaluativas justas podría generar
grandes injusticias a centros educativos y maestros, pues los contextos de
algunas escuelas suelen ser muy particulares.
El funcionamiento organizativo, la
distribución y utilización adecuada de los recursos es tarea técnica del
director de ahí su valiosa participación en estos asuntos. Tomar en
consideración la participación, potenciar la comunicación entre los actores
sociales y curriculares es función exclusiva del director. Por tanto, debe
crear mecanismos de control en la personalización de funciones y parámetros
preestablecidos para evaluar periódicamente el funcionar del centro educativo a
su cargo.
Es conveniente que desde la
dirección se establezcan criterios, directrices o lineamientos que rijan para
todos los miembros del claustro y no quede a criterios de índole personalista o
antojadiza.
El liderazgo que ejerza en los
distintos accionares que demanda la escuela debe medirse en los resultados de
los alumnos, esto no es más que la calidad educativa que posea la escuela. En
este sentido el ejercicio de la dirección por parte de él debe estar en
correlación con los resultados obtenidos. Además, es conveniente que esté en
constante relación entre los resultados del estudiante y la misión, visión,
principios y fines filosóficos de la educación. En nuestro caso la Política
Educativa hacia el Siglo XXI y los principios que rige la Constitución Política
en materia educativa.
4. Beneficios obtenidos en el
ejercicio de la dirección
Este apartado tiene como fin establecer, relacionalmente, la participación del director en los resultados que tiene el sector estudiantil del centro educativo. ¿Cómo su influencia en la gestión administrativa conlleva a beneficios en el rendimiento escolar? Es decir, su liderazgo versus los beneficios intelectuales del estudiante. Como los objetivos y metas educativos están teniendo eco en el accionar estudiantil.
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